La pluma inunda el ave.
La rosa se concentra
y pétalo por pétalo
refugia su perfume
en sus espinas.
El árbol , regresando por la savia
busca el lodo y el hueso
y acurruca su verde en la semilla.
El hombre se repliega en sus facciones,
toca su llaga viva, e introduce su imagen en su sangre.
Todo colmillo monda en su blancura,
toda forma dibuja su contorno,
todo espesor defiende su volumen.
Es el santo y la seña,
es el repliegue,
la norma concentrada,
el ruido que se oye y se vigila.
El ojo abierto,
la pezuña en vilo,
el camino sin nadie,
la palabra seca,
el mar que roza a Dios,
traga su espuma
y detiene sus olas
esperando.
Hector Rojas Herazo.
Poeta que tiene una de las grandes novelas de la costa colombiana, injustamente eclipsado por Garcia Marquez.
16 nov 2007
3 nov 2007
A ti, a todaos
-La interrogación sólo enmudece ente el amor
"¿Para qué amar?" es la única pregunta imposible.
-El amor no es misterio, sino el lugar donde el misterio se disuelve.
De Nicolas Gómez Dávila, en : Escolios a un Texto implícito. Villegas Editores. 2001.
"¿Para qué amar?" es la única pregunta imposible.
-El amor no es misterio, sino el lugar donde el misterio se disuelve.
De Nicolas Gómez Dávila, en : Escolios a un Texto implícito. Villegas Editores. 2001.
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Amor,
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