26 mar 2009

Gesta




De pronto la fiera se cansa y retrocede
De pronto la fiera no quiere ya acechar
al caminante que se ha perdido y está solo
entre los árboles
Algo de hielo o aguas muertas pesa en sus pestañas...
y ni una rama baja que acaricie su espalda
y ni un lugar o sombra en que se tienda

A veces una fiera quiere este silencio:
la luna tendida entre sus ojos


De Rafael del Castillo, en Palabras escuchadas en un café de barrio.


Imagen tomada de: http://bibliodyssey.blogspot.com/

1 comentario:

Camila Mardones dijo...

Algo de hielo o aguas muertas pesa en sus pestañas...
Lindísimo.