No hay duda que el personaje va encontrando un rasgo de libertad cada vez mayor a medida que va enredando los gustos. Mientras en un tiempo pensaba que siempre sería mejor alguien que un libro, ahora es todo lo contrario, aunque la felicidad total es reunirlos a ambos.
Nota en servilleta que apareció arrugada y tachada en una carpeta de mis papeles.
1 comentario:
Esos reencuentros,
esas segundas lecturas,
son una maravilla.
No nos reconocemos.
Beso.
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