21 sept 2008

Dos

No hay duda que el personaje va encontrando un rasgo de libertad cada vez mayor a medida que va enredando los gustos. Mientras en un tiempo pensaba que siempre sería mejor alguien que un libro, ahora es todo lo contrario, aunque la felicidad total es reunirlos a ambos.

Nota en servilleta que apareció arrugada y tachada en una carpeta de mis papeles.

1 comentario:

Lena yau dijo...

Esos reencuentros,

esas segundas lecturas,

son una maravilla.

No nos reconocemos.

Beso.