5 sept 2008

Uno

La luz y el vidrio tienen una relación difícil con nosotros, en especial cuando están juntos siempre imponen su deseo. Hay que conocerlos mucho y cuando uno va por la calle siempre tiene que pensar en qué forma mira una vitrina. No en los centros comerciales donde esa posibilidad se reduce al mínimo por los que asesoran a los almacenes. Hablo de las callejeras. Las vitrinas callejeras. Siempre es preciso acomodarse para superar la barrera de los reflejos.


Frente a la pantalla es distinto. Hoy tropecé con una página que me llevó a la página en la que es posible ver todo y saber todo sobre los pianos Steinway. Sin luces ni vidrios, sin haber soñado siquiera entrar en un almacén donde los vendieran. Puede entrarse leer las instrucciones de cómo se cuidan, se limpian, y hasta hacer el contacto para preguntar el precio. Porque no los anuncian con precios...por supuesto.

Este es un recuerdo de cosas que se dijeron en un buen rato de conversación ayer.

3 comentarios:

MACARIO dijo...

Y cuánto costaban? Esos son en piano lo que son los Stradivarius en violín?

Me gustan las vitrinas con mujeres desnudas, lamentablemente sólo hay en Amsterdam.

Lena yau dijo...

me dejas pensando algo...luz, vitrina, pantalla, mediadores y no mediadores....

interensantísima entrada que invita a la reflexión...

Tu comentario en mi página me encantó, la cita de Foster Wallace es perfecta.

Me golpeó su muerte.

Alguien me preguntó el por qué de mi dolor...cómo si en el dolor hubiera espacio para razones.

Pensé un poco y claro, yo no tengo gato. Lo más cercano a fetiches de compañía son los escritores.

Son colegas.

Se muere un colega, un animal de compañía...

Cuando un escritor se suicida es muy triste....(yo creo que más triste que una muerte accidental o natural)...es como si se tratara de un una muerte por accidente laboral...murió en el ejercicio.

En fin...

Gracias, Caborca, por leer, por comentar...

Tienes un espacio muy intereseante aquí.

Me seguiré pasando a leerte.

Un abrazo hasta Colombia.

Lena Yau

Anónimo dijo...

Bloggero de misterio y cotidianidad que ben utilizas este espacio. Volveré