11 nov 2008

Oriente







Estas son unas fichas del juego majjong o mahjong, uno de esos misterios asociados con la China. Fue la primera imagen que evoqué al poner en contacto dos lecturas una menos reciente que la otra. Luego noté que ambos autores habian hecho lo contrario de lo que esperaba de ellos. Por ejemplo, en Tokio blues de Murakami se habla de música y de buena música pero no de Jazz. A pesar de que Murakami administró y fue dueño de un club de Jazz. Así logra despistar a los que se las dan de eruditos del jazz, -yo mismo creí que valía la pena una novela con fondo de jazz a través de la sensibilidad de un Japones. La compré, la leí y…mentiras. Ese no es el cuento. Pero sí hay música -¿puede no haberla?- Y logra su objetivo al despistarnos incluso en lo que se espera de un Japonés. Muestra las semejanzas de occidentales y orientales en nuestra manera de sentir. Sin mostrarnos iguales nos conecta a esa sensibilidad que traspasa hoy a la música occidental. Y no digo más confiando en no dañarle la lectura a nadie. Pero ocurre que en estos días leí a Cesar Aira y no pude sino poner en relación Tokio Lblues con su novela. Una novela China, se llama estem otro lado del contacto. Cesar Aira logra crear la burbuja en la que podemos vivir mientras se lee algo que vale. En este caso la China rural de la revolución cultura. También una historia de amor. Y debo admitir que caí en su trampa y lo disfruté. Lo que busqué en Murakami me lo ofreció Aira.

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