26 jun 2007

Poema con ladrones

I
La noche da cobijo a los pasos del ladrón que tiene liviandad de fonámbulo en los muros.
II
Palpita el puñal, la ganzúa, la flor de los cerrojos en la oscuridad de costales y pretinas.
III
Hay ladrones que han adiestrado su sombra, su dócil sombra que evita entrar por las ventanas y que espera en la esquina de la noche la llegada agitada de su dueño.
IV
Luego del pillaje, los ladrones portan en sus manos un ramo de flor de adrenalina.
V
Hay quienes han visto su casa destechada en la noche que tiene olor de ladrones en las tapias. Sobre sus camas, el cielo azul, desnudo.
VI
Pero ningún ladrón es más hábil que el olvido.
De Juan Manuel Roca, en Ciudadano de la Noche.

2 comentarios:

ricardo flores dijo...

Días como agujas

Estoy tan solo, amor, que a mi cuarto
Sólo sube, peldaño tras peldaño,
La vieja escalera que traquea.

Gracias a tu post encontré ese otro poema de Juan Manuel Roca, a quien no había leído antes.
Buena compañía.
Saludos,
RF

ricardo flores dijo...

Bueno, puede ser la tristeza un problema gástrico, o una purga para nuevas y mejores siembras. Optimista, ya lo sabrás, Caborca, no soy.
Hay, de todos modos, un poema de fracois villon que para mi resume bien esta "incomodidad":

De sed muero cerca de la fuente;
tirito de frío en medio del fuego;
extranjero me siento en mi patria;
y siento escalofríos junto al brasero.
Desnudo como un gusano, respetable parezco;
llorando río y sin esperanza espero;
me reconforto con el mal en la desgracia;
me regocijo y ningún placer siento;
soy un poderoso sin poder y sin fuerza:
bienamado por todos, negado por completo...

Lo evidente para todos es para mí turbio,
y seguro sólo todo lo que es incierto;
aparte de la certeza, de nada dudo;
y en cada accidente la ciencia encuentro.
Al cabo del día busco noche amable;
ganándolo todo, perdedor quedo.
Temo caer mientras yazgo acostado;
tengo mucho de lo que nada tengo.
Herencia espero, no soy pariente de nadie:
bienamado por todos, negado por completo.

De nada necesito, aunque aparente
buscar bienes (y ello no pretendo);
me irrita el que más dulcemente me habla,
y el que más me engaña es el más verdadero.
Considero amigo al que me haga comprender
que un cisne blanco es un cuervo negro.
Quien me lastima cree hacerme el mejor favor:
mentira y verdad, todo me es parejo;
todo lo retengo, nada se concebir,
bienamado por todos, negado por completo...

Principe clemente, tal vez quieran saber
que mucho entiendo sin tener sentidos ni saber;
soy faccioso y a toda ley me someto.
¿Cual es el mejor arte? Mis empeños vencer,
bienamado por todos negado por completo.